Una tabla de quesos es una opción perfecta para cualquier ocasión, ya sea una reunión informal con amigos o una cena más formal. Son fáciles de preparar y pueden adaptarse a cualquier gusto.
¿Quieres impresionar a tus invitados con una tabla de quesos en casa? Aquí tienes todo lo que necesitas saber para hacer la tabla de quesos perfecta, deliciosa y equilibrada. Lo ideal es elegir una variedad de quesos con diferentes texturas y sabores. Puedes optar por quesos suaves, duros, semiduros, frescos, curados, de leche de vaca, de leche de cabra, de leche de oveja, etc.

Reunir en la mesa amigos o familia, para una cena o comida alrededor de una tabla de queso es para muchos el pináculo de la felicidad. Y no es difícil entender por qué. El queso es un alimento, un manjar que ofrece un mundo de sabores apasionantes.
Aunque pueda parecer simple —algunos podrían decir que consiste únicamente en comprar quesos y disponerlos sobre una superficie de madera—, como sucede con frecuencia en la cocina, existen algunos trucos para crear una tabla de quesos única, delicada y exitosa. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para diseñar una tabla de quesos: variedades de queso, cantidades por comensal, sugerencias de acompañamientos como frutas o mermeladas, opciones decorativas, así como las herramientas y utensilios necesarios, junto con otras consejos.
¿Qué tipos de quesos comprar?
Un buen lugar para comenzar a preparar una tabla de quesos es hacer la selección de quesos. Aunque aquí es difícil cometer errores, hay algunas normas básicas a tener en cuenta.
Por ejemplo, no a todo el mundo le gustan los quesos con sabores fuertes. Por lo tanto, es importante incluir una variedad de quesos con sabores suaves y fuertes. Ten en cuenta también que los quesos suaves se suelen comer más rápido que los fuertes, así que quizá, debas incluir una mayor cantidad de estos.
Si eres principiante en la preparación de tablas de quesos, te recomendamos que comiences por elegir quesos de diferentes familias. Esto te ayudará a crear una tabla equilibrada y variada. Nosotros hemos seleccionado 6 tipos distintos de queso para montar nuestra tabla. Como mínimo, deberías utilizar 5 clases diferentes.
A continuación, tienes nuestra selección de quesos variada y equilibrada. No hemos utilizado quesos fuertes, ni picantes, por lo que se trata de una tabla de quesos para todos los públicos.
Quesos de corteza lavada
Los quesos de corteza lavada son un tipo de queso curado que se elabora lavando la corteza con una solución de agua y sal durante el proceso de maduración. Esto le da al queso un sabor y aroma únicos, así como una textura sedosa y un color amarillo claro.
Existen muchos tipos diferentes de quesos de corteza lavada, cada uno con sus propias características. Algunos ejemplos populares son:
- Vieux-Boulogne: Un queso francés de leche de vaca con un sabor intenso y salado (este lo hemos utilizado en la tabla)
- Stinking Bishop: Un queso inglés de leche de vaca con un sabor fuerte y aroma muy particular, no apto para principiantes.
- Taleggio: Un queso italiano de leche de vaca con un sabor cremoso y afrutado.

Quesos de pasta prensada cocida
Los quesos de pasta prensada cocida son un tipo de queso curado que se elabora calentando la cuajada a una temperatura de 55-60 grados centígrados antes de prensarla. Esto le da al queso una textura firme y un sabor ligeramente dulce. Los quesos de pasta prensada cocida suelen tener una textura firme y untuosa, con un sabor ligeramente dulce. La corteza es delgada y lisa, y puede ser de color amarillo, blanco o naranja.
Existen muchos tipos diferentes de quesos de pasta prensada cocida, cada uno con sus propias características. Algunos ejemplos populares son:
- Gouda: Un queso holandés de leche de vaca con un sabor ligeramente dulce y a nuez.
- Emmental: Un queso suizo de leche de vaca con un sabor ligeramente dulce y ácido.
- Parmigiano-Reggiano: Un queso italiano de leche de vaca con un sabor fuerte y salado.



Quesos azules
Los quesos azules son un tipo de queso curado que se elabora introduciendo mohos Penicillium en la cuajada durante el proceso de maduración. Estos mohos producen un color azul o verde característico, así como un sabor fuerte y picante. Los quesos azules suelen tener una textura cremosa y untuosa, con un sabor fuerte y picante. La corteza puede ser blanca, amarilla o naranja, y suele ser delgada y lisa.
Existen muchos tipos diferentes de quesos azules, cada uno con sus propias características. Algunos ejemplos populares son:
- Roquefort: Un queso francés de leche de oveja con un sabor fuerte y picante.
- Cabrales: Un queso español de leche de vaca con un sabor fuerte y salado.
- Gorgonzola: Un queso italiano de leche de vaca con un sabor fuerte y cremoso.

Quesos de pasta blanda con corteza enmohecida
Los quesos de pasta blanda con corteza enmohecida son un tipo de queso curado que se elabora con leche de vaca, oveja o cabra. La corteza de estos quesos está formada por mohos de la familia Penicillium, que le dan un sabor y aroma característicos. Suelen tener una textura cremosa y untuosa, con un sabor suave y delicado. La corteza, que puede ser blanca, amarilla o naranja, es blanda y flexible.
Algunos ejemplos populares son:
- Brie: Un queso francés de leche de vaca con un sabor suave y cremoso.
- Camembert: Un queso francés de leche de vaca con un sabor suave y afrutado.
- Caprice des Dieux: Un queso francés de leche de cabra con un sabor suave y ligeramente ácido.

¿Cuánto queso necesitas?
Seguro que has pensado: «¿Y ahora… que cantidad de queso voy a necesitar?». Bueno, pues la respuesta es muy sencilla, y dependerá de si la tabla de quesos va a ser un plato único o se va a servir como parte de una cena o comida más amplia. Aquí tienes algunas pautas y cantidades orientativas:
- Si es un plato único, calcula unos 250 gramos por persona.
- Si se sirve como un aperitivo o entrante, necesitaras aproximadamente 100 gramos por invitado.
- En caso de que la tabla se sirva domo postre, unos 125 gramos por comensal.
Cómo servir el queso
Temperatura
Todos los quesos deben templarse antes de servirlos. Esto permite que el queso se ablande y libere todo su sabor y aroma.
Para templar el queso, saca los quesos del frigorífico al menos 30 minutos antes de servirlos. Si vas a servir una tabla de quesos, es mejor que los saques todos al mismo tiempo para que se templen uniformemente
Cortes
Los diferentes tipos de queso requieren diferentes herramientas de corte para obtener los mejores resultados. La consistencia y el tamaño del queso son los principales factores que determinan el tipo de cuchillo que se debe usar.
Quesos duros
Los quesos duros, como el parmesano o el cheddar, se deben cortar en rodajas finas, cubos o dados. Para obtener rodajas finas y uniformes, se recomienda usar un cuchillo para quesos. Estos cuchillos tienen una hoja rígida y afilada que permite cortar el queso sin romperlo.
Quesos blandos
Los quesos blandos, como el brie o el camembert, se pueden cortar en trozos más grandes o servirse directamente del bloque. Para cortarlos, se puede usar un cuchillo de mantequilla o un cuchillo para quesos. Los cuchillos de mantequilla tienen una hoja flexible que permite cortar el queso sin romperlo.
Quesos azules
Los quesos azules, como el roquefort o el cabrales, se pueden cortar en rodajas finas o en cubos. Para evitar que el moho se disperse, se recomienda usar un cuchillo para quesos con una hoja lisa.
Consejos para cortar queso
- Saca los quesos del frigorífico al menos 30 minutos antes de cortarlos. Esto permitirá que el queso se ablande y sea más fácil de cortar.
- Mantén el cuchillo limpio y afilado. Esto ayudará a evitar que el queso se rompa o se pegue al cuchillo.
- Corta el queso en un movimiento firme y controlado. No intentes cortar demasiado queso a la vez.
Complementos y accesorios para una tabla de queso
Los quesos servidos quedan aún mejor con los accesorios adecuados. Las galletas, chutneys, las mermeladas y la fruta fresca pueden mejorar considerablemente la experiencia. Los accesorios no deben competir con los sabores de los quesos, sino complementarlos y hacerlos aún mejores.
Pan
El pan es un complemento clásico para los quesos. Hay muchos tipos de pan que se pueden servir con queso, desde pan blanco hasta pan integral. El pan crujiente es una buena opción para quesos duros, mientras que el pan suave es mejor para quesos blandos.


Galletas
Las galletas también son un buen complemento para los quesos. Las saladas son una opción popular, pero las dulces también pueden ser una buena combinación. Las galletas de jengibre o las galletas de chocolate son buenas opciones para quesos azules.
Frutas
Las frutas frescas son un complemento delicioso para los quesos; por otra parte, las dulces, como los melocotones, los higos, las uvas y el caqui, combinan bien con quesos duros. Las frutas ácidas, como las naranjas, los limones y los pomelos, combinan bien con quesos azules.
Mermeladas y chutneys
Las mermeladas y los chutneys pueden añadir un toque de dulzura o acidez a los quesos. Las mermeladas de frutas, como las mermeladas de fresa, frambuesa o cereza, combinan bien con quesos duros. Los chutneys de frutas, como los chutneys de mango o de papaya, combinan bien con quesos blandos.



Vino para queso
Elegir el vino adecuado para una tabla de quesos puede ser un desafío, especialmente si se tiene en cuenta la amplia variedad de quesos que existen. Sin embargo, hay algunos consejos generales que pueden ayudar a simplificar el proceso de selección:
El vino blanco suele ser una mejor opción que el vino tinto para acompañar el queso. Esto se debe a que la sal del queso puede fortalecer los taninos del vino tinto, lo que puede resultar en un sabor amargo o desagradable. Además, la sal y la grasa del queso se combinan bien con los vinos con dulzura y alta frescura.
Si se opta por un vino tinto, se debe elegir uno con taninos suaves. Los quesos firmes y granulados, como el cheddar o el gruyère, pueden combinar bien con vinos tintos con taninos suaves.
Los vinos jóvenes y afrutados son una buena opción para acompañar el queso fresco. Los quesos frescos, como el mozzarella o el feta, tienen un sabor delicado que puede ser fácilmente dominado por un vino demasiado complejo.
A continuación, se ofrecen algunas sugerencias específicas para maridar quesos con vino:
- Queso brie: vino blanco seco, como un sauvignon blanc o un pinot gris.
- Queso cheddar: vino tinto con taninos suaves, como un cabernet sauvignon o un merlot.
- Queso mozzarella: vino blanco joven y afrutado, como un sauvignon blanc o un riesling.
Por supuesto, la mejor manera de encontrar el maridaje perfecto para una tabla de quesos es experimentar con diferentes combinaciones. Con un poco de práctica, podrás encontrar los vinos que mejor complementen los sabores de tus quesos favoritos.
Regístrate ahora para recibir las recetas en tu correo.
Pingback: Venta del Puerto: La mejor selección de vinos valencianos - Cocina con Poco
Pingback: Pan sueco sin gluten de la isla de Hönö (Hönökaka) - Cocina con Poco
Pingback: Ensalada de naranja, frutos rojos y queso azul. - Cocina con Poco