Dedica un día a pasear por el cuadrilátero de la moda, Vía Montenapoleone y Vía della Spiga, estas calles son lo mas glamuroso, pero ojo que también podemos encontrar moda al alcance de todos, Vía Torino, Corso Buenos Aires, Corso di Porta Ticinese y Corso Vittorio Emanuele II son las calles más concurridas. Visitar Duomo es parada obligatoria, es la catedral gótica más grande del mundo, y aprovechando que es verano, disfruta de la luz y los ventanales de la catedral, es todo un espectáculo, comparado con un pastel de bodas, y para los más atrevidos, subir los 150 escalones para llegar a la azotea, y admirar algunas de las 3600 estatuas y 135 capiteles.
Si tenéis suerte y podéis acceder, la atracción más famosa de Milán es sin lugar a dudas “La ultima Cena” de Leonardo Da Vinci, expuesta en la iglesia de Santa María delle Grazie.
Si queréis disfrutar de una cena o un almuerzo romántico, podéis hacerlo en una de las insignias de Milán, en su tranvía, donde podréis disfrutar de la noche de Milán de una manera muy original ATMosfera. Si lo que preferís es comer algo autentico milanés, y almorzar con los lugareños, entonces tenéis que ir a Luini, por vía Santa Radegonda, y disfrutar de un panzerotti, un triángulo de masa frito relleno de tomate y mozzarella. Muy parecido a nuestras empanadillas.
Y para terminar antes de volver a casa recordar traeros un recuerdo, lo mas típico de Milán sus Panettone!.