¿Quién dijo que en verano no se pueden comer legumbres?. En casa no pueden faltar las ensaladas en los días de calor, de col y manzana, de aguacate y jamón.., y como es muy importante tener una dieta variada, pues que mejor que una ensalada de garbanzos con unas gambitas.
Además así evitamos estar frente a los fogones, la podemos preparar la noche de antes, y llevárnosla fresquita a la playa, la piscina o de excursión. Y si ya estáis de vuelta de las vacaciones, es un plato ideal para llevarlo a la oficina en un tupper.
Podéis sustituir las gambas por atún, salmón ahumado, jamón serrano, añadir palitos de cangrejo, queso, en fin, que tiene muchas posibilidades, se trata de hacerla como más nos guste.
Ingredientes para 4 personas
- 1 bote grande de garbanzos cocidos.
- Gambitas cocidas.
- Pepino.
- Pimiento rojo y amarillo.
- Tomate de ensalada.
- Cebolleta.
- Cilantro.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración
- Escurrimos y enjuagamos los garbanzos.
- Mientras pelamos las gambitas y las reservamos.
- Lavamos y cortamos en pequeños cuadraditos, el pepino, la cebolleta, los pimientos, y los tomates.
- En un mortero, picamos y machacamos bien el cilantro, y vamos agregando poco a poco aceite de oliva virgen extra, hasta hacer un aceite de cilantro, con el que aderezaremos la ensalada.
- Una vez lo tenemos listo todo, lo ponemos en un bol y mezclamos bien, añadiendo al final el aceite que hemos preparado, y un poco de sal.
- Ahora solo nos queda servirlo y disfrutarlo, y que mejor que en buena compañía y con una buena copita de vino blanco, hace tiempo estando en casa de una amiga probé un vino blanco del que me quedé enamorada por su buen maridaje con este plato, era un Verum Malvasia , y ahora desde ese día es muy raro que falte en casa, uno de los vinos ecológicos de esta bodega, es un vino muy floral, con buena acidez, ideal para acompañar pescados, ensaladas y pastas, un imprescindible en las mesas de verano.
Como veis una ensalada puede ser muy completa y las legumbres pueden ser una gran alternativa, y si además las acompañamos con unas gambitas y una copita de vino blanco, ¿qué más podemos pedir para estas vacaciones?.
