Cuando era pequeña mi abuela compraba en nochebuena una tarta de queso muy parecida a esta, por eso esta tarta es una de mis favoritas.
Es muy esponjosa y de un sabor y textura muy delicado. La primera vez que lo probé supe que sería uno de los postres favoritos en casa. Podéis añadirle chocolate, o tomarla con un poco de mermelada, aunque ya os aviso que sola esta muy muy buena.
Lo mejor es hacerla de un día para otro, mejora en textura, y así nos podemos organizar mejor.
Ingredientes para molde 18 cm
- 98 g de azúcar.
- 4 huevos.
- 35 g de mantequilla.
- 175 g de queso tipo Philadelphia (1 tarrina).
- 70 g de leche.
- 1 cp de cascara limón rallada.
- 42 g de harina.
- 14 g de maizena.
Elaboración
- Forramos el molde no desmontable con papel para horno.
- Calentamos el horno a 150º C.
- En una olla ponemos agua a hervir, mientras en un bol, ponemos la leche, el queso y dejamos que se derrita bien.
- Agregamos la mantequilla y dejamos que se temple.
- Añadimos las yemas a los líquidos junto con el limón y mezclamos bien.
- Tamizamos la harina y la maizena, junto con la mezcla anterior, evitando dejar grumos.
- Mientras separamos las claras de las yemas y batimos junto con el azúcar, hasta hacer un merengue firme.
- Cuando el merengue este listo, lo añadimos a la masa de queso, y mezclamos poco a poco evitando que se baje el merengue.
- Vertemos la masa en el molde, y lo ponemos en una bandeja de horno, la llenamos de agua, para que la tarta cueza al baño maría.
- Cocemos durante 80 minutos en el horno, si se dora demasiado ponemos un poco de papel de aluminio por encima.
- Pasados los 80 minutos, abrimos la puerta del horno y esperamos 15 minutos antes de sacar la tarta.
- Dejamos enfriar bien y desmoldamos. Al principio la notareis muy blandita como si fuera un flan, lo mejor es dejarla en la nevera y tomarla al día siguiente.